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Germinados y brotes verdes un complemento vitamínico natural
Los germinados y brotes verdes son una fuente de vitaminas, enzimas, minerales y aminoácidos extremadamente poderosa.
En este artículo conoceremos más sobre estos extraordinarios alimentos y veremos cómo se pueden cultivar fácilmente en casa.
¿Qué son los germinados y brotes verdes?
Un germinado, como su nombre indica, es básicamente una semilla de la que brota el germen, que es una pequeña protuberancia que será el inicio de una nueva planta.
Los brotes verdes son un estadio más avanzando de la planta, cuando ya ha echado una raíz y se ha desarrollado el tallo verde con algunas pequeñas hojas.
Los germinados y brotes verdes son un producto todavía bastante desconocidos en nuestro país.
Se pueden encontrar algunos, como los brotes de soja o de alfalfa en las estanterías de determinados supermercados o como decoración en platos servidos en restaurantes de cierta categoría.
Sin embargo, al contrario de lo que ocurre en los países nórdicos donde es habitual encontrar una pequeña “plantación” de brotes verdes en la cocina o la repisa de la ventana de las casas, en España y en otros países latinos no es algo habitual.
Propiedades de los germinados y brotes verdes
Cuando una semilla es sometida a condiciones especiales de humedad, temperatura, etc. comienza su proceso de germinación.
Esto pone en marcha una serie de reacciones químicas, que transforman las propiedades de la semilla dotándola de toda la fuerza y los elementos para hacer crecer a la nueva planta.
Al igual que ocurre con las llamadas “células madre” en la gestación humana, la pequeña planta que nace tiene características muy particulares y excepcionales.
En esta primera fase de su crecimiento se produce un auténtico “subidón” en todos aquellos elementos presentes ya en la semilla, produciéndose además multitud de sustancias nuevas.
Así los germinados destacan sobre todo por presentar:
- Altísimo contenido en vitaminas. Las hay de todas clases incluyendo la Vitamina A, B, C, E, Niacina, etc. Las cantidades contenidas en los germinados pueden ser de hasta un 200% mayores a las existentes en la semilla original.
- Enzimas. Las plantas en germinación presentan niveles altísimos de enzimas, muy superiores a los de cualquier otro alimento. Las enzimas son fundamentales para diversos procesos en nuestro cuerpo, entre otros la asimilación correcta de las vitaminas y minerales. Por lo tanto la combinación de enzimas y vitaminas resulta perfecta para su total absorción por nuestro cuerpo. Las enzimas se consideran además como un auténtico “elixir de la vida” siendo cruciales para la curación y prevención de enfermedades, incluido el cáncer y para prevenir el envejecimiento. Según el doctor Hiromi Shinya, autor del best seller La Enzima prodigiosa, gran parte de nuestra salud se basa en la disponibilidad en nuestro cuerpo de un gran número de enzimas.
- Minerales, oligoelementos y aminoácidos esenciales. Junto con las algas, los germinados son una de las mejores fuentes de minerales y oligoelementos para nuestro cuerpo. Son ricos en hierro, calcio, magnesio, cobre, zinc, etc. y contienen más fósforo que el pescado. Así mismo son ricos en aminoácidos esenciales y sus especiales características fomentan la digestión y el equilibrio de nuestra flora intestinal, siendo su aporte calórico prácticamente nulo.
- Clorofila. Los brotes verdes, contienen además clorofila, la cual se ha demostrado que ejerce un efecto muy beneficioso para la salud, particularmente por sus características antioxidantes.
¿Qué variedades se pueden cultivar?
Una vez que hemos visto los beneficios de consumir germinados y brotes verdes, la primera pregunta que surge es: ¿qué tipos de plantas se pueden germinar? Existen muchas opciones, entre las cuales las más populares son:
- Semillas de legumbres: soja verde, garbanzos, lentejas, guisantes, etc. Algunas de estas variedades se pueden consumir crudas, como por ejemplo la soja verde llamada también judía mungo, mientras otras hay que cocinarlas brevemente, como el guisante o el garbanzo.
- Crucíferas: berro, mostaza, brócoli, rabanito…
- Cereales: trigo, cebada, avena, etc.
- Pseudocereales: quínoa, amaranto…
- Asteráceas: por ejemplo las semillas de Girasol
- Cucurbitáceas: como las semillas de calabaza.
No son adecuadas las solanáceas (tomate, patata, pimiento, etc.) porque sus germinados resultarían venenosos.
Existen variedades que son ideales para consumir como germinados, tales la judía mungo o la alfalfa, mientras otras son más adecuadas para dejarlas crecer hasta que se conviertan en brotes verdes (por ejemplo el berro) o como hierba exprimida, en el caso del trigo.
Algunas, como el fenogreco, se pueden consumir de ambas maneras.
¿Cómo se cultivan los germinados y brotes verdes en casa?
Existen actualmente métodos muy variados de cultivar los germinados y brotes verdes, siendo unos más adecuados que otros dependiendo del tipo de semilla y de lo que se quiera obtener. Los más populares son los siguientes:
- Vaso germinador. Es un simple tarro de cristal con una rejilla a través de la cual se mojan y escurren regularmente las semillas.
- Bolsa germinadora. En este caso se introducen las semillas en unas bolsas especiales, normalmente de lino y se mantienen húmedas mojando y escurriendo la bolsa regularmente.
- Plato germinador. Se trata de un pequeño cuenco que se llena con agua sobre el cual se coloca una rejilla plástica o metálica sobre la cual se colocan las semillas.
- Torre de germinación. Un artilugio que consiste en varias bandejas plásticas, con agujeros, superpuestas que permiten cultivar semillas diferentes en varias plantas. Se riegan desde arriba y tienen un sistema de desagüe.
- Germinadores automáticos: se componen de una o varias bandejas que se riegan de forma automáticas mediante un motor. Se utilizan sobre todo para cultivar hierba de trigo.
- Cultivo sobre sustrato de coco: este método consiste en unas bandejitas, donde se plantan las semillas en una base de sustrato obtenido de fibra de coco. Este se comercializa en forma de pastillas prensadas.
- Cultivo en tierra. Son bandejas que se cubren de tierra (sustrato) y que se van regando periódicamente como cualquier otra planta. Este método se utiliza sobre todo para hierba de trigo y de otros cereales.
Este post no daría para analizar al detalle el funcionamiento de cada uno de los métodos de cultivo y las semillas adecuadas, pero os lo iremos mostrando en futuros artículos y vídeos.
Conclusiones sobre los germinados y brotes verdes
Como conclusión podemos decir que los germinados y brotes verdes son un alimento sumamente completo, que no sólo contiene muchas vitaminas, sino también importantes enzimas, oligoelementos y minerales.
Son un complemento alimenticio ideal, sobre todo en el invierno, cuando casi sólo tenemos acceso a verduras de invernadero y a variedades limitadas de fruta.
Resultan ideales para consumir en ensaladas, mezclados con pasta, en el wok, etc. Y también saben deliciosos sobre pan, a manera de bocadillo o sándwich.
Nos dan además una oportunidad única de comer un alimento vivo, recién cosechado y sin ningún tipo de pesticidas.
Te animamos a que pruebes los germinados y brotes verdes. Descubrirás todo un mundo de sabor y una experiencia gastronómica nueva.
Bocados de crema de almendras y frambuesa
Arroz con leche de almendras
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