Clases de defensa personal en Santander para todos los públicos

 

Se trata de un deporte con valores, excelente para quemar grasa y aumentar nuestro tono muscular y resistencia, pero ante todo un pasatiempo excelente para hacer amistades y divertirnos. Y todo ello mientras aprendemos a defendernos, que es algo que nunca está de más. Máxime cuando estamos asistiendo a un aumento exponencial de los problemas como agresiones, robos con fuerza y hasta ataques contra la libertad sexual en el caso de las mujeres y los niños.

Por lo tanto, ya no se trata sólo de pasar el tiempo y hacer deporte, sino que este tipo de ejercicio tiene la ventaja añadida de que te da esa confianza y esa habilidad fundamental en la vida.

 

Cuál es el mejor entrenamiento en Santander para defensa personal

 

El mejor entrenamiento de Santander para defensa personal lo podemos facilitar nosotros mismos en cualquiera de nuestras clases de artes marciales. Todas son útiles para aprender a defenderse y nos aportan esa base importantísima de física y técnica. Ese fondo físico y agilidad que, combinados con las distintas técnicas que aprenderemos, nos ayudarán a reaccionar en un momento de pánico y dificultad. Porque todo es importante a la hora de desenvolvernos en legítima defensa, ante una agresión inesperada, y no siempre podemos salir corriendo o pedir ayuda.

 

 

Clases de defensa personal en Santander

 

Lo primero que nos puede pasar ante la primera señal de una pelea de es que nos quedemos sin fuelle, inclusive para correr. Por qué el miedo se puede apoderar de músculos y pulmones y hacernos respirar demasiado rápido. Quedarnos literalmente sin aire, lo cual será un verdadero problema a la hora de huir o defendernos. Es preciso reaccionar en estos momentos y hacerlo con la serenidad y rapidez que exige el trance de que podemos sufrir una agresión.

 

Las claves de nuestras clases de defensa personal en Santander

 

Ésta será una de las claves de nuestras clases de defensa personal en Santander: mantener la calma ante cualquier imprevisto. Y esto tiene su correlación con guardar bien la distancia frente al potencial agresor, respirar correctamente y saber cómo esquivar los golpes. Contraatacar si es preciso. Pero nuestras clases de defensa personal nunca se va a enseñar a la gente a tomar la iniciativa si no es necesario: nosotros no queremos ganar la batalla sino evitarla. Evitar el problema y salir corriendo cuanto antes. Eso es lo que deberíamos hacer.

 

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