Tabla de contenidos
Nuestro equipo de defensa personal en Santander consigue buenos resultados en BJJ, como es ya costumbre desde hace tiempo. Se trata de un evento más de Brazilian Jiu Jitsu en el norte de España en el que el equipo de la academia, con apenas cuatro años de existencia, ha vuelto a recoger buenos frutos que se deben en gran parte a la pericia de los distintos entrenadores que han ido pasando por aquí. Si no nos paramos en los más recientes, por aquí han pasado varios maestros como Cole, Tarek o Catalino antes de que llegase Felipe, que fue el auténtico creador del equipo actual que tenemos desde hace dos años.
Fue así que comenzaron un camino en el que luego ha estado Jimmy y también, en la actualidad y esperemos que, por mucho tiempo, Isabela y Fernando. Estos dos últimos entrenadores llevan ya muchos meses con nosotros y han consolidado una tendencia de crecimiento del equipo y mejora de lo que ya había, siempre con sus raíces brasileñas como mejor garantía de la calidad de la enseñanza que dan. Porque no hay que olvidar que se trata de un arte marcial que tiene todo que ver con Brasil, la gran potencia mundial del BJJ y el grappling.
Uno de nuestros entrenadores, Nando, deja el arbitraje un momento para ir a ver a uno de los compañeros, Cobo, mientras rueda (y gana) en el tatami de al lado. Como es lógico, ningún árbitro ejerce cuando hay alumnos suyos compitiendo.
Brazilian Jiu-Jitsu: el arte de la defensa personal en Santander
El Brazilian Jiu-Jitsu, también conocido como BJJ, es mucho más que una disciplina de combate; es una herramienta completa de defensa personal basada en principios de eficiencia, control y adaptabilidad. A diferencia de otras artes marciales que se centran en el golpeo o la fuerza física, el BJJ se apoya en el apalancamiento, la técnica y la inteligencia corporal para neutralizar a un agresor, independientemente de su tamaño o fuerza.
Un enfoque realista para la defensa personal es practicar un arte marcial de toda la vida. Para eso fueron inventadas las artes marciales, en efecto. El origen del Brazilian Jiu-Jitsu está íntimamente ligado a la defensa personal. Fue desarrollado como una adaptación del arte marcial original japonés, por la familia Gracie, en tierras del Brasil, con el objetivo de permitir que personas más pequeñas pudieran defenderse eficazmente en situaciones reales. De ahí nace su filosofía central: la técnica vence a la fuerza.
En escenarios reales, no hay reglas. No hay tatami acolchado, ni cronómetro, ni árbitros. Hay caos, estrés, miedo, y muchas veces, una diferencia de tamaño o fuerza entre el agresor y la víctima. Pero ahí es donde el BJJ o cualquier arte marcial o deporte de contacto puede brillar si hemos entrenado. Al especializarse en el combate cuerpo a cuerpo y en el suelo, en el caso del BJJ, se enseña a los practicantes a mantenerse tranquilos bajo presión, a usar su cuerpo de forma eficiente y a tomar el control de situaciones peligrosas sin necesidad de golpear.
Defensa personal en Santander desde el mismo suelo: una ventaja poco común
Una de las razones por las que el BJJ es tan efectivo en la defensa personal es su dominio del suelo. Muchos conflictos físicos terminan en el suelo, ya sea por un empujón, una caída o un intento de control físico. Mientras que otras artes marciales pierden eficacia en este entorno, el BJJ comienza realmente a desplegarse.
Técnicas como la guardia cerrada, montada, control lateral o toma de espalda permiten al practicante mantener el control incluso en una posición aparentemente desfavorable. A partir de ahí, puede buscar salidas seguras, inmovilizar al agresor o aplicar sumisiones como llaves de brazo o estrangulamientos que obligan al atacante a rendirse o quedar neutralizado sin recurrir a la violencia extrema.
El obrero del Jiu Jitsu, como se define. Clayton Bastos es especialista en defensa personal en Bilbao y cinturón negro de BJJ, pero también fabricante de medallas y trofeos y organizador de eventos deportivos. En la foto aparece con el entrenador de BJJ en Asturias, Renato, junto a las medallas y trofeos que Clayton realiza junto a su esposa de forma completamente artesanal.
Defensa personal en Santander para escenarios urbanos
En la vida cotidiana, los riesgos pueden surgir en la calle, en el transporte público, en una situación de acoso o incluso en el hogar. El BJJ ofrece respuestas prácticas para estos momentos: cómo defenderse de un agarre de muñeca, cómo zafarse de un estrangulamiento desde atrás, o cómo impedir que alguien te derribe. Todo esto se entrena de forma sistemática y progresiva, simulando escenarios reales y preparando al cuerpo y la mente para actuar con claridad cuando más importa.
Además, el BJJ enseña algo fundamental en defensa personal: el control emocional. Enfrentar el estrés del combate durante los entrenamientos fortalece la capacidad de mantener la calma, tomar decisiones racionales y evitar el pánico ante una agresión real.
Ventajas adicionales del BJJ para la autodefensa
Adaptable a todas las edades y cuerpos: No se necesita ser joven, fuerte o ágil para practicar BJJ. Hay caminos para todas las condiciones físicas y todas las edades, lo que lo convierte en una herramienta accesible para la defensa personal de cualquier persona.
Uso proporcional de la fuerza: A diferencia de sistemas basados en golpes, el BJJ permite neutralizar amenazas sin herir gravemente. Esto es especialmente valioso en situaciones legales, donde el uso excesivo de fuerza puede tener consecuencias judiciales.
Prevención de lesiones propias: Al centrarse en el control y no en el intercambio de golpes, el BJJ también protege al practicante de lastimarse, algo esencial en contextos donde la prioridad es escapar o pedir ayuda.
Hay quien dice que, por muy completo que sea, el BJJ no cubre todos los aspectos de la defensa personal. Afirman que no enseña, por ejemplo, cómo defenderse contra ataques con armas o cómo lidiar con múltiples atacantes al mismo tiempo. Pero eso no es cierto, como demuestran recientes torneos como el John Wick, en el que los participantes pelean por disparar a otro con una pistola falsa. De todos modos, muchos expertos recomiendan combinar el BJJ con habilidades complementarias: la conciencia situacional, técnicas verbales de desescalamiento, entrenamiento de golpes básicos (como en el boxeo o el Muay Thai), e incluso conocimientos legales sobre legítima defensa.
Además, la mejor defensa personal no siempre es física. Saber cuándo alejarse, cómo leer el lenguaje corporal de otros, y cómo evitar zonas de riesgo en general, son estrategias esenciales que van más allá del tatami. Y son cosas que podemos identificar mejor toda vez que hemos entrenado y competido.
El BJJ como defensa personal en Santander: una herramienta que transforma
Más allá de sus aspectos físicos, el BJJ cambia a quienes lo practican. Fortalece el carácter, desarrolla disciplina, humildad y paciencia. Al entrenar regularmente, se entrena también la mente: se aprende a perder, a levantarse, a seguir adelante. Esa fortaleza interior es tan importante como cualquier técnica física a la hora de enfrentar situaciones reales de peligro.
En resumen, el Brazilian Jiu-Jitsu es una de las herramientas más efectivas, realistas y accesibles para la defensa personal moderna. Su enfoque técnico, su adaptabilidad y su filosofía de control lo convierten en un arte marcial ideal para cualquier persona que desee sentirse más segura, más preparada y más consciente de su entorno. En un mundo donde los riesgos no siempre se pueden evitar, el BJJ no solo ofrece defensa: ofrece confianza, autocontrol y crecimiento personal.