Dos aventajados alumnos de nuestra escuela de Brasilian Jiujitsu en Santander consiguieron su cinta azul en fechas recientes, precisamente coincidiendo con el último cambio de entrenadores que hemos vivido en el pasado mes. Insistir en que esto también es el trabajo acumulado de varios profesores que han pasado por esta aula y que han dejado su impronta en la formación de los alumnos, muchos de los cuales eran nuevos en este arte marcial.
Recordar que Catalino, Isabela Stoppa, Felipe Ferreira o Jimmy han pasado por este mismo tatami en el que tanto hemos aprendido todos. Y ahora es momento de que esta generación que está recibiendo ahora su graduación primera sigan avanzando y sirviendo de inspiración para los que vienen detrás en su formación. Una nueva era de desafíos les espera, también en las competiciones a las que suelen ir los dos, que por cierto tienen circunstancias muy diferentes.
Miguel Castroveza viene del karate y es profesor de esta disciplina y es un chico bastante joven que tiene toda la vida por delante para seguir mejorando y compitiendo. Por su parte, Daniel es un hombre más veterano y que además le puede sacar un partido especial a su formación de cualquier tipo en defensa personal, pues no le viene mal para su trabajo. En este sentido, el Brasilian Jiujitsu ha demostrado ser una de las más eficientes disciplinas para la lucha deportiva y también para la lucha real que nadie normal quiere, pero que desafortunadamente se puede presentar en cualquier momento.
La diferencia de edad entre estos dos campeones es considerable y sin embargo están haciendo el mismo arte marcial y disfrutando de los entrenamientos y las competiciones por igual. Otro ejemplo más de que estas cosas no están limitadas a ninguna edad o sexo o circunstancias personales, ya que normalmente todos podemos sacar dos o tres horas a la semana para invertirlas en nuestro bienestar personal y en pasarlo bien y relacionarnos con gente deportista como nosotros.
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