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Es normal preguntarse si algún alimento nos hace más daño que otros, sabiendo de antemano que lo que consumimos influye en nuestra salud. Es en estas dudas es donde radican las bases de la nutrición funcional y sus característicos planes alimenticios.
¿Quieres aprender más sobre la nutrición? ¡Acompáñanos hasta el final del artículo!
¿Qué es la nutrición funcional?
Cuando hablamos de nutrición funcional nos referimos a los efectos que posee la dieta y el estilo de vida de cada persona en su salud. De esta forma, se pueden establecer planes y recomendaciones alimenticias y físicas para mejorar la calidad de vida de cada uno.
En otras palabras, la nutrición funcional posee un enfoque especial en nuestro organismo. Estudia los efectos que tiene nuestra forma de vivir en él y planifica estrategias que restauren el funcionamiento fisiológico.
A través de la nutrición funcional se pueden diagnosticar distintas enfermedades y problemas de salud relacionados con la dieta, medicamentos, toxinas, antibióticos, etc.
Aunque la medicina general estudia cómo tratar los síntomas con medicamentos, la nutrición funcional tiene como objetivo localizar los problemas dentro del cuerpo.
Por lo tanto, se entiende que los nutricionistas funcionales se encargan de elaborar un plan de salud integral de una persona. Todo esto siempre considerando el impacto de los factores externos relacionados con la salud.
Por este motivo, cada persona tiene un plan de nutrición funcional distinto. Siendo una estrategia personalizada con el objetivo de mejorar la salud de una persona según sus características fisiológicas.
Diferencias de la medicina funcional y la nutrición funcional
Es muy común que se confundan los términos de medicina y nutrición funcionales. Sin embargo, ambos no significan lo mismo.
Por un lado, la medicina funcional trata las enfermedades o problemas de salud como parte de una falla en nuestro sistema biológico. Por el otro, la nutrición funcional procura llegar más lejos al destacar la alimentación y las actividades físicas como fundamentales en nuestra salud.
Así pues, la nutrición funcional puede determinar la causa de distintas enfermedades relacionadas con nuestro estilo de vida.
¿Cómo funciona la nutrición funcional?
Para que la nutrición funcional se ejecute es importante que los nutricionistas estudien los beneficios de un cambio dietético en una persona. Para ello, se realiza una serie de pruebas que determinan los pasos a seguir.
Estas pruebas son:
- Evaluación integral de antecedentes médicos.
- Revisión de sistemas de los órganos.
- Estudio del historial de medicación y suplementos.
- Revisión de hábitos alimenticios y conducta física.
- Revisión de pruebas médicas anteriores y sus resultados.
- Prueba de nutrientes para detectar deficiencias.
Luego de realizar las pruebas, el especialista podrá desarrollar un plan adecuado para su cliente.
Estos planes pueden incluir lo siguiente:
- Cambios en la alimentación para reducir los alimentos procesados, disminuir el gluten y evitar los lácteos.
- Recomendación de suplementos para mejorar la digestión y fomentar el desarrollo de bacterias beneficiosas.
- Consejos para controlar los excesos en el estilo de vida de la persona. Incluyendo el manejo del estrés y los impulsos del sistema nervioso.
De esta forma, se entiende que los especialistas no realizan un diagnóstico, recetan ni tratan a sus pacientes por alguna afección. En lugar de ello, analizan la salud integral del paciente y los educan para cambiar un comportamiento nocivo para su organismo.
¿Cómo ser constante en el plan de nutrición funcional?
Sabemos lo difícil que puede ser cambiar un hábito, pero es necesario dejar atrás aquellos nocivos y abrir paso a una vida saludable.
Cada quién tiene un plan nutricional distinto, ya que se encarga de tratar los problemas de salud personales. No obstante, existen cinco principios fundamentales que todo plan de nutrición funcional debe cumplir, los cuales son:
1- Consume nutrientes importantes
Para que tu cuerpo funcione bien, no puedes dejar de lado nutrientes como vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos, entre otros. Estos deben consumirse a diario para mantener estabilidad en nuestra salud.
2- Evite las toxinas de cultivos industriales
Los animales de granjas industriales, los cultivos transgénicos y muchos otros productos agrícolas contienen tóxicos que invaden nuestro sistema digestivo y afectan severamente nuestra salud. Por ello, debes prestar atención de dónde provienen los alimentos que consumes y por cuáles procesos pasaron.
3- Consume alimentos sanos y de calidad
Cuando consumes alimentos chatarra en el momento no te das cuenta de todo el daño que este produce en tu organismo. Este tipo de alimentación puede comprometer tu sistema y afectar con afecciones y enfermedades posteriores.
Por este motivo, se recomienda comer alimentos sanos como vegetales, verduras y frutas. Así como también, comidas bajas en grasa y altos en nutrientes.
4. Cuida tus intestinos
Teniendo en cuenta que el 80% de nuestro sistema inmunológico se ubica en los intestinos, seguro puedes intuir lo importante que es mantenerlos saludables. Con una mala alimentación corremos el riesgo de bajar nuestras defensas en gran medida y sufrir enfermedades muy graves.
5- Cuida tu microbioma
El microbioma es el conjunto de bacterias ubicados en nuestros intestinos, los cuales son responsables de los procesos de salud que afectan el sistema inmunológico. Si consumes alimentos ricos en probióticos aseguras que tus niveles microbianos sean altos.
¿Por qué son eficientes los planes de nutrición funcional?
La nutrición funcional tiene como base que la buena alimentación es uno de los mejores tratamientos para mejorar la salud. Al establecer una mejor relación entre los alimentos y las personas, los cambios se pueden notar casi inmediatamente.
Las personas pueden levantar su ánimo de esta forma, facilitando la toma de decisiones sana pensando en su estilo de vida físico y emocional. Por tanto, el compromiso con el plan suele conllevar a una vida mucho más feliz, tranquila y saludable. Asimismo, tienen menos probabilidades de sufrir enfermedades y otras afecciones.
¿Por qué se considera a la nutrición funcional como el futuro de la medicina?
Hoy en día, la mala alimentación es uno de los problemas más graves que enfrenta nuestra sociedad. Esto deriva en diversos problemas de salud que tienen relación directa con nuestras costumbres alimenticias y la falta de actividad física.
Por este motivo, la nutrición funcional ha ganado mucho terreno en los últimos años, puesto que propone un tratamiento eficiente a tales tendencias dañinas. Al tener la dedicación de aprender más sobre estos planes nutricionales, podrías mejorar tu salud en gran medida.
¿Te animas a intentarlo?
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