Escuela de artes marciales para niños en Santander

 

Todos conocemos ya las bondades del deporte en los niños. Ahora que estamos en un clima olímpico es mejor momento que nunca para inculcarles que tienen que hacer deporte, no sólo para estar en forma, sino también por los valores que puede aportar la práctica del deporte en su vida. Vamos a ver algunas de estas cualidades del deporte en la infancia y en concreto porque elegir la práctica de artes marciales.

  1. Evita que tu hijo acumule sobrepeso

 

Estamos ante una de las prácticas deportivas que más esfuerzo físico requieren, por lo que se trata de un deporte ideal para que los más pequeños no acumulen esas grasas nocivas que tantos menores hoy en día padecen.

 

  1. Les da seguridad y confianza en sí mismos

 

Todos sabemos que la infancia y la adolescencia son periodos de la vida donde las inseguridades juegan un papel más tóxico. Inclusive es preocupante el fenómeno del bullying, pero todo esto se puede atajar con algo tan sencillo como practicar deporte cada día y en concreto judo o Jiu Jitsu, etc.

 

 

  1. Aprenden a defenderse ante las agresiones

 

Vivimos en un mundo peligroso donde los delincuentes y los matones de colegio o instituto pueden hacer daño a los más pequeños. Para evitar estos problemas, como no siempre podemos estar ahí al lado para cuidarlos, les podemos dotar de estos recursos de autodefensa.

 

Muchos padres, de hecho, encaminan a sus hijos hacia estas artes marciales para potenciar que se puedan valer por sí mismos en caso de problemas. Y en gran parte para esto está nuestro curso de defensa personal para niños en Santander.

 

  1. La vida sana les aleja del alcohol y las drogas

 

Por desgracia, cada vez más jóvenes se inician más pronto en el consumo de drogas o alcohol. En España se trata de un problema muy preocupante, por lo que la práctica de estos deportes puede realizar una gran influencia en alejarles de estas lacras.

 

  1. Evita el sedentarismo de los más pequeños y los jóvenes

 

La práctica habitual de deporte evita que nuestros menores se pasen tantas horas jugando a los videojuegos o viendo la televisión, etc. Si conseguimos motivarles en la práctica de un deporte, con los valores de compañerismo y el pasarlo bien con los amigos, conseguiremos que descanse en un rato de tanta pantalla y tanto sofá.

 

  1. Les hacemos creer que pueden ser personas mejores

 

Muchas veces, por los complejos de los que hablábamos antes y otras situaciones, los más jóvenes llegan a pensar que no valen para nada. Que nada se les da bien. Pero esto pasa muchas veces porque no les estamos motivando lo suficiente. Situación que puede cambiar con la práctica del deporte en compañía de sus amigos y los profesores más ejemplares para ellos.

 

 

  1. Estimular su entusiasmo y acostumbrarles a trabajar cada día por sus objetivos

 

Los niños y jóvenes están sometidos a un estrés que a veces no vemos. Los estudios y los problemas típicos de la edad no les permiten, a veces, darse cuenta de que pueden conseguir lo que se propongan con un método de trabajo y una motivación suficiente. Pero si conseguimos esto con el deporte también puede conseguirse con el estudio.

 

Es otra forma de darles esa seguridad de la que hablábamos antes. Como estamos viendo, no existe sólo el fútbol y el tenis, y nuestro curso de defensa personal para niños en Santander y jóvenes les puede aportar mucho más que un simple entretenimiento.

 

  1. Pueden socializarse con otros menores y adultos que se preocupan por ellos

 

El compañerismo y la camaradería de las artes marciales es muy alabada por todos los deportistas. Es un ambiente muy sano en el que pueden hacer amigos y también conocer profesores que a lo mejor no son tan aburridos como los del colegio o el instituto. Todo esto les puede abrir un poco las miras, ya que a veces no pensamos que el sistema educativo o la rutina diaria que llevan es un poco limitada.

 

 

  1. Aprender a trabajar en equipo y saber ganar y perder

 

Cuando trabajamos en equipo, las cosas suelen salir mejor. Prácticamente en ninguna empresa se trabaja sin colaborar con los demás y esto es algo que tenemos que enseñarles a los pequeños desde el principio. A veces, también, las restricciones están convirtiendo a nuestros hijos en personas solitarias. Todo esto se puede potenciar con el entrenamiento cotidiano de las artes marciales, en las cuales la competitividad entre los compañeros no es tan acusada como en el fútbol y otros deportes. Se trata de colaborar mucho, saber ganar y aprender del que sabe más que tú. También de enseñará que sabe menos.

 

Por todo lo dicho, vosotros ya vuestros pequeños en nuestra escuela de defensa personal en Santander.

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